En el Día Mundial de la Agricultura hemos pedido a un experto en agricultura y alimentación, Felipe Gómez de Valenzuela, una pequeña reflexión generalista sobre la importancia del sector de la agricultura, la ganadería y la alimentación en la vida en libertad de todos nosotros. Muchas gracias a todos los productores de alimentos, especialmente a los agricultores y ganaderos de nuestro país, por su trabajo diario y feliz Día Mundial de la Agricultura.
‘Todas las Constituciones deberían poner, no en su primer artículo, sino en su propia portada que «lo aquí dispuesto no es válido si el pueblo al que está destinada esta Constitución no come».
Es un mensaje de apariencia simplona pero si lo pensamos dos veces veremos que es cierto. ¿Cómo puede llamarse libre un ciudadano que no tiene una alimentación adecuada o que no puede alimentar dignamente a su familia?
Más de 800 millones de personas pasan hambre en el mundo (Informe de Naciones Unidas). Dicho de otra manera, toda la población de Europa y 100 millones de personas más.
Es sabido que este no es solamente un problema de producción de alimentos sino también de cómo conservarlos, distribuirlos, transportarlos, etc. Pero en su solución la agricultura es el principal fundamento.
Una agricultura que hoy se enfrenta a enormes desafíos medioambientales, políticos, técnicos, demográficos y de utilización de los recursos. Por esta razón, y en este día especialmente, todos aquellos que tienen responsabilidades públicas deben pensar como apoyarla, mejorarla y considerarla como lo que es: un sector estratégico para todos los países y para toda la humanidad.
Apoyemos a nuestros agricultores y ganaderos, a nuestros investigadores, a los industriales y distribuidores y a las buenas políticas que hacen que todos los días podamos comer y que nos den la seguridad de que, conjurado el espectro del hambre, toda persona tenga algo donde cimentar una vida en libertad.’
Felipe Gómez de Valenzuela, ITA